Carta de Maddox

11 Jun Carta de Maddox

A todos nos ha ocurrido más de una vez, adaptar unas lentes progresivas y encontrarnos con el problema de que nuestro paciente no consigue la adaptación completa. Cada uno tenemos nuestro protocolo de actuación a la hora de resolver los problemas de inadaptación. Revisamos la graduación de las lentes, controlamos el marcado láser de los progresivos, e incluso comprobamos la refracción por si hubiéramos cometido algún error a la hora de refraccionar. Pero siempre hay casos en los que todo lo anterior no basta. Centros correctos, graduación correcta y cliente insatisfecho.
Hace dos años, durante un Optom, tuve la suerte de coincidir con un gran compañero de estudios. Poniéndonos al día sobre nuestras vidas tanto en lo personal como en lo laboral, nos pusimos a discutir un caso que se le había presentado en su gabinete días antes de acudir al congreso. Su cliente tenía problemas de adaptación a su primer progresivo, a pesar de alcanzar AV unidad no terminaba de encontrarse cómodo. Es cierto que la calidad de la lente es importante y también el error refractivo, pero con el paso de los años he ido dejando en un segundo plano la visión binocular. Mi colega me abrió los ojos y me sugirió que añadiera a mi protocolo habitual una prueba de binocularidad. Sin entrar mucho a detallar el procedimiento me sugirió que me fabricara una carta de Maddox que con linterna y apenas 2 minutos se consigue evaluar grosso modo el estado de las forias de nuestros pacientes.
Es sorprendente la cantidad de forias descompensadas que encuentro. Ya forma parte de mi protocolo habitual para todos los pacientes.
Si alguien está interesado en cómo hacer esta carta de Maddox que se ponga en contacto con nosotros y le indicaremos el proceder.

Enrique Ordiñaga

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